¿Cómo saber la calidad del agua de nuestro grifo?

Conocer la calidad del agua del grifo en nuestra vivienda es fundamental para saber que contiene el agua que consumimos y que utilizamos en nuestro hogar.

Hoy en Setasa te explicamos como medir la calidad del agua desde tu casa y saber si necesitas o no un sistema de filtración.

Por qué debemos conocer cuál es la calidad del agua del grifo

Cuando hablamos de la calidad o la dureza del agua se hace referencia a la  cantidad de sales de calcio y magnesio  que contiene, así como a las bacterias y otras impurezas. Cuanto mayor sean dichas ventas, es decir la cal , peor será el sabor y mayores serán también los problemas que puedan presentar asociados a ella.

Tanto la composición como las propiedades del agua son variables, pero por norma general se clasifican atendiendo al  grado de concentración de los carbonatos . De este modo, distinguimos entre  aguas muy duras, duras, intermedias y aguas blandas o muy blandas . Hay otros minerales que pueden incidir también en la dureza, pero lo hacen en menor medida.

Existen diferentes sistemas que pueden instalarse para su tratamiento, como los descalcificadores . No obstante, para elegir el adecuado, antes es necesario realizar un análisis del agua, que bien puede realizarse con instrumentos específicos oa través de varios remedios caseros.

En cualquier caso,  la dureza viene determinada por zonas geográficas , como podemos ver en  este enlace . Algunas regiones, como por ejemplo el este de la península, contienen un nivel de cal más elevado, por lo que se trata de aguas de gran dureza. Sin embargo, si nos dirigimos hacia el oeste, sobre todo en el norte, el agua se vuelve más blanda.

Cómo valorar la calidad del agua

Si queremos valorar la calidad del agua en nuestra vivienda y no queremos contactar a profesionales para que vengan a realizar una prueba, podemos seguir diversos  consejos caseros que nos servirán para detectar el grado de dureza . Conocerla es de vital importancia, ya que es la responsable de numerosas averías en las instalaciones sanitarias y en los electrodomésticos, válvulas y tuberías.

Observe un vaso de cristal transparente con agua.

Si tenemos un vaso de cristal transparente en casa, que es lo más probable, podemos  llenarlo con agua y ponerlo a contraluz  para observar lo que sucede. Cuando el agua está completamente limpia, la calidad inicialmente parece buena. Pero si por el contrario observamos  diminutas partículas de color blanquecino u oscuras  que flotan o que se acumulan en el fondo del vaso, nuestra opción será la de optar por algún equipo que la filtre.

Otra forma de valorar la calidad es oliéndola. El agua pura no tiene olor, es decir, que es inodora. Pero si notamos un  olor a cloro, a lejía o cualquiera que nos resulte desagradable , es también un indicador de que no es apto para el consumo directo y que además podrá causarnos problemas. Los olores químicos indican que ha sido sometida a un  proceso intenso de potabilización , mientras que aquellos que nos recuerdan a un huevo en mal estado indican que puede haber  moho o azufre dentro de las tuberías  o de la cisterna.

Agua con azúcar

La segunda opción para conocer la calidad del agua es la de poner  agua con azúcar en un vaso . De nuevo, llenamos uno transparente y le añadimos una cucharada sopera de azúcar, y dejaremos que repose durante un día completo. Una vez transcurridas  24 horas , si el agua se muestra blanquecina indica que su calidad y pureza no son buenas. Por lo tanto, habrá que tomar medidas con la instalación de sistemas de filtrado. Lo ideal es que el azúcar se haya disuelto por completo y el agua siga transparente.

Utilice kits específicos

Si preferimos optar por sistemas más preferidos que nos den además detalles más precisos, podemos adquirir  kits específicos para el análisis profundo . Pueden encontrarse en ferreterías y su precio es muy variable; Todo depende del nivel de precisión que deseamos obtener. Además de la dureza específica del agua, conoceremos la cantidad de minerales, como el cloro y los nitratos a través de un proceso sencillo.

Cómo afecta la dureza del agua

La dureza del agua no debe percibirse siempre como un inconveniente, ya que el hecho de contener minerales también repercute de forma positiva sobre nuestra salud. El problema está en los niveles elevados, no solo porque es perjudicial para las personas con problemas renales, sino por los relativos al mantenimiento de las cañerías y demás piezas.

Cuando la calidad del agua es baja, se producen  depósitos de cal que dan lugar a incrustaciones  dentro de los conductos, y que terminan causando una obstrucción, así como una  pérdida de presión .

Aunque la temperatura ambiente ya representa un problema grave,  cuando la temperatura aumenta se agrava . De ahí que  las piezas de grifería y los electrodomésticos se ven extremadamente afectados  por ello. Las primeras pueden sustituirse con mayor facilidad, pero cuando se trata de tuberías, el problema presenta una complejidad mucho más elevada.

La pérdida de presión y de la cantidad de agua que sale por el grifo son los dos indicadores principales de que algo va mal. Pero también encontramos  daños que no son tan visibles , pero cuyas consecuencias se terminan notando. El cúmulo de cal en el  interior de la caldera  termina repercutiendo en el consumo, que no solo supone un gasto mayor para nuestro bolsillo, sino una  pérdida de eficiencia energética .

¿Cómo puedes mejorar la calidad del agua del grifo?

Modificar la calidad del agua de tu grifería es imposible, puesto que, como hemos dicho, su concentración de cal viene determinada por la zona de residencia en la que habita. Sin embargo, una cosa es el agua que te llega hasta el grifo y otra la calidad que sale por este en el interior de tu vivienda. Y es ahí donde podemos marcar la diferencia. No obstante, debes saber que prácticamente el 100% del agua de grifo de nuestro país está testada, lo que significa que es apta para el consumo sin daños para la salud. El objetivo con estos sistemas es mejorar el sabor y eliminar al completo las impurezas que pudiera haber. 

Por suerte, existen ya formas y mecanismos que permiten mejorar la calidad del agua que bebemos. Con ellos, no solo reducirás la cantidad de cal que viene de manera natural en ciertas zonas del país, sino que también te ahorrará otros materiales como los sedimentos, la arena, los óxidos, el cloro, los microorganismos y las partículas tóxicas. A continuación, te dejamos algunos ejemplos. 

Tratamiento de descalcificación

Los tratamientos de descalcificación son otro método interesante para conseguir que se vea incrementada la calidad del agua. Con este proceso, se reduce el exceso que haya de minerales como el calcio y el magnesio, que son los responsables de la cal, pero también del sabor en el agua. 

Para conseguirlo, se utilizan resinas intercambiadoras de iones, que son las encargadas de eliminar los minerales mencionados y cambiarlos por sodio. Sus ventas no quedan incrustadas en las tuberías, lo que permite mejorar su estado interno y alargar la vida útil de los electrodomésticos. Además, resulta beneficioso para nuestra salud. 

Filtros de carbón activo

El carbón activo ha sido la opción que se utiliza vino durante años, antes de que aparecieran otros sistemas más eficaces como los que hemos mencionado. Se añade la ventaja de que son muy fáciles de usar, y el mejor ejemplo de estos son las jarras con un filtro en el interior que podemos encontrar ya en cualquier supermercado. 

El carbón activo se presenta tanto en bloques como en granulado, pero en cualquier presentación, el resultado es el mismo. Los microorganismos se eliminan y, en algunos casos, también actúan contra el mercurio, el plomo y compuestos orgánicos volátiles que, como hemos visto, son perjudiciales para la salud. También se mejora el sabor del agua y desaparece cualquier aroma que pudiera tener.

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