1. Efectividad contra microorganismos patógenos: Los rayos UV son altamente efectivos para inactivar una amplia gama de microorganismos patógenos presentes en el agua, incluyendo bacterias como E. coli, virus como el rotavirus y protozoos como Giardia y Cryptosporidium. La exposición a UV daña su ADN o ARN, lo que impide su capacidad de reproducción y, en última instancia, los vuelve inofensivos.
2. Sin productos químicos: A diferencia de otros métodos de desinfección, como la cloración o la ozonización, la desinfección por rayos UV no requiere la adición de productos químicos al agua. Esto evita la formación de subproductos químicos potencialmente peligrosos y elimina el sabor y olor desagradables que a veces están asociados con productos químicos desinfectantes.
3. Respetuoso con el medio ambiente: La desinfección por rayos UV es un proceso respetuoso con el medio ambiente, ya que no introduce sustancias químicas tóxicas o peligrosas en el agua ni produce residuos peligrosos. Es una opción sostenible para purificar el agua potable.
4. Mantenimiento sencillo: Los sistemas de desinfección por rayos UV son relativamente fáciles de mantener. Requieren un cambio periódico de la lámpara UV y un mantenimiento adecuado, pero no implican el almacenamiento, manejo ni dosificación de productos químicos.
5. No altera las propiedades del agua: La desinfección por UV no cambia las propiedades químicas ni las características físicas del agua, como el sabor, el color o la composición química. Esto permite que el agua tratada mantenga su calidad original.
6. Rápida y eficaz: La exposición a rayos UV es un proceso rápido, y los microorganismos son inactivados casi de inmediato. No se requiere un tiempo de contacto prolongado, como en algunos métodos de desinfección química.